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Foto del escritorMarcelo Aguirre

El viaje del héroe: Propósito y pasión

Encontrar un propósito y pasión en la vida es un viaje en el que, de un modo u otro, todos los seres humanos estamos embarcados. Es un proceso que requiere autorreflexión, exploración y apertura a nuevas experiencias. El psiquiatra suizo Carl Gustav Jung relacionó esta experiencia de búsqueda y descubrimiento del sentido de la propia existencia con el viaje del héroe/la heroína, un tema arquetípico presente en innumerables mitos y leyendas de todos los tiempos, en diversas culturas (Jung, 1928; Fordham, 1953; — para profundizar en este y otros aportes de Jung, ver curso online).



Según lo describe Jung y otros autores contemporáneos —como Joseph Campbell, especialista en mitología comparada— , el viaje del héroe/la heroína es un modelo o patrón que nos permite orientarnos en las distintas fases o etapas del proceso de crecimiento, aprendizajes vitales y transformación personal de cada ser humano que busca propósito y pasión en su vida. Consta de las siguientes etapas:

  1. la llamada a la aventura;

  2. la partida;

  3. diversos desafíos a superar cargados de potenciales aprendizajes;

  4. el regreso.


La llamada a la aventura es la primera etapa del viaje, en la que el héroe/la heroína —cada uno de nosotros— siente que falta 'algo' que no se puede cuantificar ni delimitar como concreto y material. Sentimos que, incluso cuando las necesidades básicas —biológicas, de seguridad material, vínculos sociales y realización profesional— están satisfechas, aún así permanece en nuestro interior cierta inquietud o insatisfacción con la situación actual. Esto nos indica que está aún latente el deseo de autorrealización del que hablaba Abraham Maslow, el deseo de hallar sentido, propósito y pasión en la vida.


La segunda etapa del viaje viene como consecuencia de lo anterior. Pues, ese deseo de sentido y autorrealización nos interpela e invita a tomar la decisión de partir, de salir de lo conocido, lo dado, la zona de confort, y embarcarnos en un viaje de auto-descubrimiento, una aventura de crecimiento y transformación personal.


Dejar la zona de confort puede ser literal o metafórico, puede implicar un cambio externo o meramente interno. Para algunas personas, salir de lo conocido implica hacer un cambio radical exterior en sus vidas, como mudarse a otra ciudad o país, renunciar a un trabajo demasiado estresante, separarse de una pareja tóxica o distanciarse de relaciones familiares o sociales nocivas. Para otros, salir de la zona de confort significa simplemente hacer un cambio radical interno, como asumir y luego renunciar a creencias limitantes y patrones mentales que impiden el desarrollo del pleno potencial personal, cambiar rotundamente el estilo de vida cotidiano (alimentación, ejercicio físico, estudios, trabajo, vida social...), iniciar un proceso psicoterapéutico, o iniciarse en una práctica transformadora de meditación sistemática y compromiso con el autoconocimiento.



En la tercera etapa del viaje, cada uno de nosotros se encuentra con desafíos a superar y, superándolos, experimenta un auténtico crecimiento personal. En el contexto de encontrar un propósito y pasión, esta etapa se puede ver como un período vital en el que somos más permeables a la autorreflexión, exploración y apertura a nuevas experiencias. Esta etapa requiere paciencia —mucha— y persistencia, ya que descubrir el propósito y la pasión puede llevar tiempo y requiere de nuestra mejor predisposición, aceptación y flexibilidad para no quedar atrapados en la frustración y la autocrítica cuando, incluso habiendo puesto todo lo necesario de nuestra parte, las cosas no salen como esperábamos.


Aprender a afrontar la frustración, aceptar los cambios indeseados o inesperados en la vida, permitirnos cometer errores y seguir avanzando con resiliencia y esperanza, eso es un auténtico tesoro de aprendizaje, el tesoro que encuentra el héroe/la heroína luego de vencer a los 'monstruos' —los desafíos— que la vida pone en nuestro camino. Pensémoslo en frío, ¿cómo podríamos aprender, de verdad, si no experimentamos en carne propia todo lo que implica el proceso de aprendizaje? Los desafíos que la vida nos propone no son 'castigos', sino valiosas oportunidades de aprendizaje. Cada herida producida en el viaje, una vez cicatrizada, es un trofeo, un reconocimiento de nuestra resiliencia y fortaleza, y el recordatorio de una aprendizaje vital adquirido.


El proceso de aprendizaje que es nuestra vida no tiene otro propósito que ayudarnos a desplegar nuestro potencial, a actualizar lo que potencialmente podemos llegar a ser:

«La vida no tiene un 'sentido'. Cada uno de nosotros tiene un 'sentido' y lo traemos a la vida. Es un desperdicio hacer la pregunta cuando tú eres la respuesta. (...) El privilegio de toda una vida es ser quien eres». (Campbell & Osbon, 1991)

El regreso es la etapa final del viaje del héroe/la heroína, donde cada uno asume su vida cotidiana con una nueva sabiduría, un sentido de propósito —único para cada persona— y una pasión por seguir disfrutando de cada respiración, conscientes de estar vivos, y aprendiendo de cada experiencia, por difícil o dolorosa que sea. Pues, si vemos nuestra vida como un proceso de aprendizaje, podemos hallar pasión por aprender de cada experiencia. No es lo mismo afrontar el estrés cotidiano como una experiencia amarga que preferiríamos no tener, que como una oportunidad de aprendizaje. Así, aprender a vivir y a capitalizar nuestras experiencias vitales en crecimiento personal se vuelve nuestra pasión:

«Trabajar duro por algo que no nos importa se llama estrés. Mientras que trabajar duro por algo que amamos se llama pasión». (Sinek, 2011)

Por último, es importante tener en mente que encontrar propósito y pasión en la vida no es un evento discreto sino un proceso continuo que requiere sucesivos darnos cuenta ('insights') de lo que está ocurriendo en el presente, autorreflexión, aceptación, flexibilidad y apertura al cambio. Mientras dure el viaje de la vida —un viaje en el que no estamos solos, que compartimos con muchos otros— tendremos nuevas oportunidades de aprender y de agradecer.


Hasta la próxima,

Marcelo Aguirre



Referencias

  • Campbell, J. & Osbon, D. K. (2011). A Joseph Campbell Companion: Reflections on the Art of Living. Rancho Cordova CA: Stillpoint Digital Press.

  • Fordham, F. (1953). Introducción a la psicología de Jung. Madrid: Morata.

  • Jung, C. G. (1928). Two Essays on Analytical Psychology. The Collected Works, Vol. 7. New York: Pantheon Books.

  • Sinek, S. (2011). Start with Why. How Great Leaders Inspire Everyone to Take Action. New York: Penguin.


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